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38 Al llegar a la casa del jefe de la sinagoga y ver que había mucho alboroto y gran llanto y dolor, 39 Jesús les dijo a los que allí estaban:

―¿Por qué hacen tanto llanto y alboroto? La niña no está muerta; sólo está dormida.

40 La gente se rio de Jesús; pero Jesús les ordenó a todos que salieran y él, con el padre, la madre y los discípulos que lo acompañaban entró al cuarto en que reposaba la niña.

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